jueves, 16 de agosto de 2007

Fria como el viento...

...peligrosa como el mar no soy, pero al menos me he esforzado por ser fría. No me gusta que la gente se sienta mal por mi, que me consuelen, me vean llorar, bla bla bla. Y por eso mismo intento no mostrar del todo mis emociones. No me enojo, no grito, no estoy triste, no lloro, nada.

Que la gente me vea feliz, reir, bromear y jugar como siempre es lo único que me importa. "Los demás no tienen por qué sufrir mis problemas", esa es mi ideología.

Nunca había pensado que eso era en sí un problema.

Hoy, cuando necesito estar ahi para alguien más, hoy que necesito tacto para manejar la situación no puedo hacerlo. Y me doy cuenta que el alejarme de las emociones, de los problemas y de las demás personas en este tipo de momentos, huir de los abrazos, de las palabras de consuelo, ha provocado que yo no sepa cómo actuar, qué decir, qué hacer y frente a todo, guardo silencio.

No sé qué decir.