Duele más...

Sí, es cierto que las acciones valen más que las palabras, pero el poder que estas últimas tienen es también increíble. Pueden llevar al paraiso a cualquiera; provocar miles de sonrisas, momentos inolvidables, dignos de recordarse; darle felicidad al más desdichado o darle una esperanza a aquel que se siente ya desahuciado. Pueden hundirte en el fondo de una tortura interminable, entristecerte hasta las lágrimas y hacerte incluso desear la muerte...pero es aun peor la falta de ellas, sin saber qué va a pasar o cuál será el siguiente sentimiento que invadirá tu ser. ¿Amor? ¿Felicidad? ¿Odio? ¿Desdicha? El silencio duele, tu mutismo lastima. Dime lo que sea, da el tiro de gracia pero déjame al fin escucharte...